Ni las noches de Mayo en sábanas calientes
ni aquellas del Carranza de la primavera
ni las de la Alameda abrazando al poniente
ni aquellas noches largas con mi gente,
las noches malas y las noches buenas.
Ni las noches de Enero, últimos ensayos,
ni las noches que un rayo me vino a caer,
ni aquellas noches que sin luz
me vi trepando por la calle
en el deseo de tenerte a ti,
ni las noches del pecado y el ruido,
ni las que pase dormido.
Ni las noches silenciosas
donde tantas cosas se hablan,
ni las noches que no tienen día
que venza la noche,
porque hay días que no tienen noches
que venzan al alba.
Ni las noches que pasé
bebiéndome los libros y pensando que
hasta el amanecer no iba a lavar
mi mente con la claridad .
Ni noches de Carnaval
donde me hice inmortal
repitiendo estribillos,
ni la noche de San Juan
cuando pude quemar
a mi propio juanillo.
No hubo noche ni la habrá
más hermosa que la dulce noche
que he pasado contigo.
Tu paseando tu cara bonita
por esa almohada que era de los tres
mientras yo susurraba en tu oreja
caliente canciones de cuna,
mira si fue bonita aquella noche
que desde que fue
ya no nos mira, !Ay ¡ Ni la luna.
ni aquellas del Carranza de la primavera
ni las de la Alameda abrazando al poniente
ni aquellas noches largas con mi gente,
las noches malas y las noches buenas.
Ni las noches de Enero, últimos ensayos,
ni las noches que un rayo me vino a caer,
ni aquellas noches que sin luz
me vi trepando por la calle
en el deseo de tenerte a ti,
ni las noches del pecado y el ruido,
ni las que pase dormido.
Ni las noches silenciosas
donde tantas cosas se hablan,
ni las noches que no tienen día
que venza la noche,
porque hay días que no tienen noches
que venzan al alba.
Ni las noches que pasé
bebiéndome los libros y pensando que
hasta el amanecer no iba a lavar
mi mente con la claridad .
Ni noches de Carnaval
donde me hice inmortal
repitiendo estribillos,
ni la noche de San Juan
cuando pude quemar
a mi propio juanillo.
No hubo noche ni la habrá
más hermosa que la dulce noche
que he pasado contigo.
Tu paseando tu cara bonita
por esa almohada que era de los tres
mientras yo susurraba en tu oreja
caliente canciones de cuna,
mira si fue bonita aquella noche
que desde que fue
ya no nos mira, !Ay ¡ Ni la luna.
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